lunes, 27 de febrero de 2012

Poema a Cádiz


Tacita de plata
  
Cádiz no es una tacita,
Cádiz para mi es un sueño,
una lágrima en silencio
la mirada de mi abuelo,
colorín de carnavales
de una niña tras el cierro.
En la distancia del tiempo,
cerca, pero siempre lejos,
canción de espuma y arena
con un coro en la cabeza,
el corazón de comparsa
y un tanguillo en el recuerdo.
El viento de la añoranza
sigue presente en mis ojos
la Camelia, el Anteojo,
paseos por el baluarte,
la fuente de puertatierra
de la mano de mi padre.
Oleadas de sabores,
salpicaduras del alma,
a la vez dulce y amargo,
tocinillo, bienmesabe,
sopita de picadillo,
las torrijas de mi madre.

Artesana  2007



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